Huertos ecológicos
La agroecología cobra fuerza con la crisis en el Estado español.
“Aprendiendo, cultivando, parar el ritmo, saber esperar… cuidar la tierra. Eso es lo que hacemos”, dice Elena Redruello, una de las tres socias de la cooperativa De la Tierra, que alquila huertas urbanas en Ciempozuelos, a media hora de Madrid. En ella trabajan también Laura Carenas y Elia López. Son las promotoras de un proyecto que empezó hace un año y da la posibilidad de cultivar huertas a colectivos y grupos de personas. “Esta alternativa no es nueva, empezó con éxito en Catalunya hace años y ahora con la crisis ha cobrado fuerza. ¿Por qué ahora?, porque la gente está cansada de comer basura, de vivir entre cemento, y también es un momento para cultivar nuestra propia comida y buscar alternativas”, dice Elena.
Los cuidados de la huerta
La media de edad de las promotoras es de veintitantos y su formación universitaria es de letras: “Somos psicóloga, educadora y trabajadora social. Pero –aclara– hemos aprendido con uno de los grandes en agricultura ecológica, Mariano Bueno.
No es necesario ser biólogas o ingenieras, se trata de tener paciencia y aprender el cultivar”, asegura. De la Tierra ya cuenta con más de 30 grupos que los fines de semana se acercan a la huerta, también durante la semana. Cada colectivo cuenta con una huerta de 50 metros. Además, esta cooperativa ofrece formación en agricultura ecológica y están empezando otros proyectos como “el cuidado de gallinas ecológicas, venta de las verduras y elaboración de cosmética natural”. Para alquilar un huerto es indispensable cultivar productos ecológicos “aunque nuestra insistencia es el cuidado ecológico: emplear semillas ecológicas, plantones, compostar la tierra de forma natural”, dicen desde De la Tierra.
Otro proyecto para trabajar la huerta es Germinando, una cooperativa integrada también por mujeres: Laura, Julia, Paula, Cristina y Elena, con una media de treinta años de edad. “Somos ambientólogas, biólogas, jardineras y ya hemos trabajado en agricultura ecológica en proyectos como Bajo la Huerta está el Asfalto (BAH). Ahora, con la crisis se nota que la gente quiere aprender un oficio, ahorrarse un dinero y saber lo que comen, por eso quieren cultivar la huerta. Por eso nosotras ofrecemos formación en agroecología”, dice Julia del Valle.
La cooperativa Germinando está especializada en cursos de huertos para escolares, mayores, desempleados, en enseñar el trabajo del campo a chicas y chicos discapacitados y ahora están comercializando “todo lo necesario para montar una huerta ecológica, desde semillas naturales, riego, libros, revistas, utensilios, sustratos, etc. Tenemos un puesto en el Mercado de San Fernando, en la calle Embajadores de Madrid, y contamos con tienda online”, dice Julia. El proyecto cuenta con apenas un año y ya ha generado un puesto de trabajo. “Apostamos por la formación en el cultivo ecológico, cada vez más gente quiere comer sano”, dice Julia.
Cada día se reinventan nuevas iniciativas para cultivar la tierra. Ese es el caso de otro proyecto que ya cuenta con 500 socios: Huertos Compartidos, tú cultivas yo te presto la tierra. Huertos Compartidos pone en contacto a los interesados en cultivar un terreno y a las personas que estén dispuestas a compartir sus tierras o terrenos baldios sin cultivar. Todo se gestiona a través de una web en la que un mapa y una columna informativa indican las ciudades donde ya existen ofertas de terrenos y propietarios dispuestos a compartir. “La iniciativa Huertos Compartidos surge a principios de año y cada día recibimos nuevas propuestas de usuarios que comparten y cultivan la tierra”, dice el responsable la iniciativa, Santiago Cuerda.